PAN DE CERVEZA CON MASA VIEJA

Pues si, hoy también publico, que es último domingo del mes de Marzo y me ha tocado asaltar un blog.

Anoche me planté en su casa (siempre voy de noche a esto del asalto, que el negro sienta muy bien y disimula, ya se sabe que de noche todos los gatos son pardos, ;)), la verdad es que he ido durante una semana porque no sabía que robarle, al final me he traído su pan de cerveza. Ella lo ha hecho en la panificadora, yo en esta ocasión lo he cocido en el horno, y he aprovechado un poco de masa vieja (que había reservada para hacer unas galletas) y también se la he añadido. Ah!¿que no sabéis que blog he asaltado? Pues nada más y nada menos que ¡Postres Originales!

 

 

             Para la masa vieja, yo suelo aprovechar cuando hago pan retiro un poco de masa, alrededor de 200 grs. y lo añado al siguiente pan, de esta forma se consigue mejor aroma, y utilizamos menos levadura. A mi el resultado me gusta. Suelo tener congelada, cuando pienso hacer pan, la saco del congelador por la noche y la dejo que se descongele a temperatura ambiente. Luego la dejo en un lugar templadito para que se reactive antes de incorporarla al pan.

            Ultimamente, siempre que Alejandro me ve amasando me dice que le ponga pipas al pan, y nunca lo hago, hoy a uno se las he puesto por fuera. :)

 

Ingredientes:

·        330 mll de cerveza

·        1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra

·        una cucharadadita de sal

·        250 grs. de harina de fuerza de trigo

·        250 grs. de harina integral de trigo

·        200 grs. de masa vieja

·        10 grs. de levadura fresca

·        Pipas peladas para adornar uno de los panes

 

Elaboración:

            Templamos ligeramente la cerveza y diluimos en ella la levadura.

            Mezclamos las dos harinas, añadimos la sal y la masa vieja troceada. Incorporamos poco a poco el líquido, amasando hasta que consigamos una masa más o menos manejable, si queda demasiado pegajosa añadir un poquito más de harina (yo he añadido unos 50 grs. más).

 

            Aceitamos un cuenco y dejamos reposar en él la masa tapada con un film.

            Cuando doble de volumen, volcamos sobre la mesa de trabajo y amasamos ligeramente (yo he espolvoreado la mesa con harina), plegamos la masa y le damos forma de bola. Tapamos con un paño y dejamos que repose 30 minutos.

            Pasado el primer descanso, partimos la masa en dos, plegamos y boleamos formando dos panes. Tapamos y dejamos reposar 30 minutos.

            Pasado el segundo reposo, volvemos a plegar y boleamos. Nos mojamos las manos ligeramente y humedecemos uno de los panes, lo revolcamos con cuidado sobre un plato con pipas y dejamos reposar mientras el horno se calienta.

            Precalentamos el horno a 230 ºC con calor arriba y abajo.

Le hacemos un corte en cruz al pan que no tiene pipas y metemos los panes en el horno, durante unos 45 minutos. Hasta que estén dorados y al golpearlos por la parte de abajo suenen a hueco.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.