PESTIÑOS
La penitencia va a
venir después de Semana Santa, vamos a ver cómo nos quitamos de encima los
kilos que cojamos. Porque es increíble la cantidad de dulces típicos de estas
fechas, además todos caseritos y fáciles de hacer. Total que entre pásame unas torrijas,
acércame unos roscos
fritos, que si después de la procesión nos comemos unos buñuelos
de viento y con la merienda
unos pestiños y unas flores
de sartén, sin olvidar el
arroz con leche y las
natillas…,. Entre tanta variedad y cómo está el tiempo que a lo que invita
es a quedarse en casita, pocas calorías vamos a gastar, pero de eso nos
ocuparemos la semana que viene.
Recetas de todos los que he nombrado están en el
blog, faltaban los pestiños y aquí están. Conozco dos recetas, una a la que yo
llamó básica y otra que incorpora zumo de naranja. No podría decantarme por
una, son masas fritas y eso es suficiente para conquistarme, como veis soy
bastante facilona.
La receta base es un vasito de aceite
de oliva, el doble de vino, matalauva , ajonjolí y la harina que admita
(jejejejejeje, ya salió la coletilla tan temida), yo he pesado los ingredientes
y son los que os pongo a continuación. Aunque ya sabéis que tal vez tengáis que
poner más o menos harina, esto va a depender de la calidad de esta. Pero poco
será lo que varíe.
Ingredientes:
- 100 ml. de aceite de oliva virgen
- 200 ml. De vino blanco
- 350 grs. De harina de trigo
- 1 cucharadita de matalauva (2 grs.)
- 1 cucharadita de ajonjolí (2 grs.)
- la cáscara de un limón rallada
- 1 papelillo azul y otro blanco de gaseosas (Tigre, hacendado)
- Aceite de oliva para freírlos los pestiños
- Azúcar y canela para rebozarlos una vez fritos.
Elaboración:
En una sartén calentamos el aceite de
oliva, agregamos el ajonjolí y la matalauva y apartamos del fuego. No es
necesario que lo dejemos enfriar.
En un cuenco ponemos el vino, el
aceite (sin colar, es un placer encontrarse el matalauva y el ajonjolí en la
masa) y vamos agregando la harina poco a poco, moviendo con una cuchara de
madera hasta que la masa deje de estar caliente y podamos trabajarla con las
manos. Entre harina y harina añadimos los papelillos de gaseosa, y la piel de
limón rallada. Amasamos hasta obtener una masa lisa y suave que no se pegue a
los dedos. La dejamos reposar una media hora, si es más casi mejor.
Espolvoreamos la mesa con harina y
extendemos porciones de la masa con el rodillo, cuanto más fina más crujiente
quedarán los pestiños. Cortamos tiras de unos 3 dedos de ancho y hacemos
triángulos, doblamos las dos esquinas de los extremos y los freímos en abundante
aceite de oliva, es normal que se hinchen o que le salgan burbujas a la masa.
Cuando estén dorados los sacamos y dejamos que escurran sobre papel de cocina
el exceso de aceite, y aún calientes rebozamos en una mezcla de azúcar y
canela.
Se conservaran durante días dentro de
una lata.
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