Mimos, con este nombre conocemos en casa a los panecillos dulces en leche. Una
receta tradicional y de aprovechamiento, ya que de lo que se trata es de
aprovechar los restos de pan que se van quedando duros.
Los mimos están íntimamente ligados a mis recuerdos de infancia,
recuerdo la olla con ellos guardada en la nevera y tomarlos bien fresquitos
para merendar durante las tardes de verano, con el sabor de la leche a canela
y limón. Que merienda tan deliciosa y completa.
La leche de la lechería de Barranco, el pan de la panadería de Pepe y
los huevos de las gallinas del cortijo de la Lauri eran ingredientes que
siempre había en abundancia en casa, supongo que ese era el motivo para que mi
madre preparara los mimos con tanta frecuencia.
Hay zonas donde es una
preparación típica de Semana Santa, en casa ya te digo que no tenían fecha.
Podías llegar de la piscina en verano y encontrarte un buen tazón de mimos
fresquitos o tomarlos durante el invierno templados.
De cualquier modo me parece una forma magnífica de aprovechar los
restos de pan.
En alguna ocasión he cambiado la leche de vaca por leches vegetales, y
el resultado ha sido muy bueno. Y cuando los hago con leche de cabra ya es que
me vuelven loca, pero es que tengo que reconocer que me pierde la leche de
cabra.
Es viernes, te deseo que pases un buen fin de semana y que si te ha
quedado algún resto de pan prepares estos panecillos dulces en leche, así te mimas un poco
y te los desayunas el domingo.
Ingredientes:
(Para 16 panecillos)
·
150 g de pan asentado (no muy
duro)
·
250 ml de leche
·
2 huevos de gallina
·
50 g de azúcar
Para la sopita de
leche:
·
1.5 l. de leche
·
la piel de 1 limón
·
1 ramita de canela
·
100 g de azúcar
Aceite de Oliva para
freír los panecillos
Elaboración:
Empezamos haciendo
los panecillos
Templamos la leche.
Troceamos el pan y
lo ponemos en un cuenco, regamos con la leche caliente y lo movemos hasta
conseguir una papilla.
Añadimos los huevos,
sin batir, y movemos bien para mezclarlos.
Por último añadimos
el azúcar y volvemos a mezclar para que se integren bien todos los
ingredientes.
Dejamos reposar
mientras calentamos el aceite.
Calentamos en un cazo aceite de
oliva, la cantidad va a depender del volumen del cazo, pero tiene que ser suficiente
como para que los panecillos floten en él.
Cuando el aceite este caliente vamos
tomando cucharadas de la papilla de pan que hemos preparado anteriormente y con
ayuda de otra cuchara vamos echándolas al cazo, no mas de 3 o 4. Las doramos
por las dos caras y las sacamos a un plato con papel de cocina para retirar el
exceso de aceite. Así hasta terminar con la masa.
Ahora preparamos la leche.
Calentamos la leche con la canela y
la piel de limón, cuando rompa a hervir añadimos el azúcar, movemos para que se
deshaga el azúcar y añadimos los panecillos. Dejamos que cuezan durante unos 5
minutos y retiramos del fuego.
Podemos comerlos templados o fríos.
nunca me salen los bollitos de leche, a ver si con tu receta puede ser :)
ResponderEliminarhttp://senoritamandarina.blogspot.com.es/
Qué sabias eran nuestras abuelas en esto de aprovechar todo.
ResponderEliminarBesos Chela, hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2014/11/reproducciones-de-obras-de-arte-hechas.html
y desde
http://norma2-siempreesprimavera-norma2.blogspot.com.ar/2014/11/quien-es-miguel-repiso.html
Sólo el nombre ya hace que apetezcan comerlos, y luego al ver las fotografías, pues más todavía.
ResponderEliminarUn beso, feliz fin de semana.
Lo cierto es que tienen una pinta estupenda, dan ganas de hacerlos, lo malo es que me los comería todos!
ResponderEliminarBesotes
Al principio creí que eran parecidos a las torrijas, pero cuando he visto como se hacían, no tienen nada que ver, me gustaría probarlos a hacer un día, tienen que estar buenísimos.
ResponderEliminarbesos,
Llevo varias recetas sin poder comentar, pero las tengo vistas a todas. AHora con esta y aprovechando que es viernes, aprovecho a dejar unas palabras.
ResponderEliminarHa sido una receta totalmente desconocida para mí, pero me ha encantado. Me encanta la historia que a acompaña y ese saber antiguo de aprovechar los alimentos, todos, como un modo de agradecer y compartir.
Las fotos están preciosas, Chelo. ¡Toda una artista! Cariños.
Una receta muy buena y tradicional.Muchas gracias cielo.Bsss
ResponderEliminarMe encantan estas recetas tradicionales. Cuando he visto el nombre no me ha sonado, pero luego la foto ya si! Mi abuela hace estos panecillos, pero no los pone con leche, hace un caldo de color anaranjado, luego eso no lo comemos bien fresquito. Ahora mismo le llamo para ver como lo llama ella, a este postre! Sin duda, que tu versión, la voy hacer! Un besazoo y feliz fin de semana!
ResponderEliminartiene una pinta muy muy rica!!! me comeria un par ahora mismo con el café con leche!! besos
ResponderEliminarEstos dulces tradicionales de aprovechamiento me chiflan y rechiflan... qué maravillas se pueden preparar con unas sobras de pan :o)
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana,
Palmira
Al principio pensaba que eran panecillos con dulce de leche (que me encanta el dulce de leche), pero luego vi que había leido mal :), pero igual...cómo me gustan estas recetas, tradicionales y que se huelen desde la pantalla... las recetas q me recuerden a mi infancia me encantan!
ResponderEliminarEstas son las recetas que mas me gustan Chelo...sin duda la probaré y mis niños se quedarán encantados seguro.
ResponderEliminarUn besazo
esta receta no la conocía y me ha gustado mucho, se aprovecha muy bien el pan consiguiendo una deliciosa merienda o desayuno. Lo voy a hacer.
ResponderEliminarBesos.
Un lujazo un postre de los de verdad, de los que me molan mucho, mucho. Voy hacerlos hoy, espero tener maña para freírlos. Hija es que estos traspasan la pantalla, que pintorra. Bssss
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