Cuenta la leyenda
que en un convento catalán hace mucho, mucho tiempo unas monjas prepararon para
la visita del obispo de su diócesis una opípara comida, cuyo broche final lo
pondría un estupendo flan. Hecho el flan y a pesar de haberlo preparado con
tiempo este no cuajaba, el obispo terminaba plato tras plato (ante el
nerviosismo de las monjitas) dando fin a la magnífica comida y el flan seguía sin cuajar (imagino la
preocupación de las monjitas, corre que te corre tocando disimulonas el
recipiente que contenía aquel flan).
El obispo terminó la comida y preguntó si habían
tenido a bien preparar algún dulce. Las monjas se miraron preocupadas y una de
ellas muy resuelta, sirvió el flan en un
plato, lo roció con abundante azúcar y la quemó para conseguir un caramelo, sin
esperar ni un minuto lo sirvió al obispo que al ver lo que le ponían por
delante y que olía tan maravillosamente bien, clavó la cuchara en la crema y se la llevó a
la boca ( ¡con lo que guarda el calor el caramelo!), el obispo se achicharró la
boca (¡pobre hombre!) y exclamo ¡Crema! (quema en catalán), ¡(pues claro alma
de cántaro si acabamos de prenderle fuego! y claro sin quererlo le dio nombre al plato Crema quemada, nuestra Crema catalana
Bueno poco más o
menos eso es lo que cuenta la leyenda, ya sé que lo he novelado un poquito, uyyyyy
y porque no he descrito el convento, las monjas, al obispo, a las gallinas que
dieron los huevos, a la vaca que dio la leche, al limonero lunero que crecía a
sus anchas en el patio trasero del convento y que se encargaba de cuidar con
esmero Sor…….
También hay quien
dice que fueron los ingleses los que la inventaron, y que luego la copiaron los
franceses que la bautizaron con el nombre de Crème brûlée . Que quieres que te
diga que me quedo con la historia de las monjas catalanas.
Es bastante fácil
de preparar y tan sólo hay que cuidar quemar el azúcar justo antes de servirla,
para que quedé el caramelo crujiente, si la quemamos con antelación y luego la
guardamos en la nevera, se va a reblandecer, aunque de sabor estará estupenda
no nos va a dar el contraste de frío de la crema, el calor del caramelo además
de la textura crujiente de este.
Por eso en la
foto sólo ves una quemada, que me tuve que comer yo al soltar la cámara (¡como
sufro!), el resto se quemó justo antes de salir a la mesa.
Ingredientes:
(Para 4 raciones pequeñas)
- · 500 ml de leche de vaca
- · 3 yemas de huevo tamaño Xl, de gallina
- · 13 g de Maizena (o almidón de repostería)
- · La piel de ½ limón
- · ½ palito de canela
- · 80 g de azúcar
- · Más el azúcar que la cubre y que quemaremos
Elaboración:
Lavamos y
cepillamos el limón, lo pelamos procurando coger sólo la parte amarilla de la
piel.
De la cantidad de
leche reservamos unos 50 ml. en un vaso.
En un cazo
ponemos a calentar la leche con la piel del limón, cuando rompa a hervir la
retiramos del fuego, la colamos y dejamos que se temple.
Cascamos los
huevos y separamos las claras de las yemas.
En la leche que
habíamos reservado desleímos la Maizena.
Colocamos las
yemas en un cazo, le añadimos el azúcar y batimos, añadimos la leche con la
maizena y vertemos sin dejar de batir la leche.
Colocamos nuevamente en el fuego, al mínimo y sin para de
mover, dejamos que se cocine, sin que hierva hasta que espese. (para estas
cantidades ha tardado 8 minutos). Para comprobar el punto, movemos con una
cuchara de palo, al sacarla se tiene que quedar cubierta con la crema, al
pasar el dedo por ella queda la marca, la crema no se une.
Servimos la crema en cazuelitas y dejamos enfriar a temperatura
ambiente.- Después la cubrimos con papel de albal, o plástico de cocina y la guardamos en la nevera.
Justo antes de
servirla, esparcimos azúcar sobre la crema, una capa homogénea y quemamos con
un quemador o un soplete de cocina.
Avisa que quema,
no les pase como al obispo ;)
Qué buena la historia de las monjas (y qué manía los franceses de apropiarse de todas las recetas, caramba) Quedémonos con la versión novelada de la historia, que es mucho más sugerente. Me encanta la explicación del origen del nombre (¡y tanto que quema el caramelo!)
ResponderEliminarHace siglos que no pruebo la crema catalana (si me pongo a quemar estevia o tagatosa en polvo, igual explota la cocina!!!), pero es el postre preferido de mi padre, así es que gracias por hacérmela recordar :-D
Besotes
me apasiona!! es un postre que pocas veces hago y solo lo como en restaurantes que son masias, sabes, restaurantes de estos que la cocinera es la abuela y tienen la receta de sus ancestros, o sea, la mejor! besos
ResponderEliminarPues yo no sé el origen ni nada, lo que sé es que está de mueeerte jejeje te quedó genial guapa.
ResponderEliminarbesos
No conocía la historia de este postre, a mi también me gusta conocer los orígenes de las recetas, esta receta, aunque es muy clásica, no la tengo en el blog, es una de las que tengo pendientes.
ResponderEliminarbesos
Delicioso y tu post me a gustado mucho la crema catalana.La verdad es que no lo he preparado nunca.Bsssss
ResponderEliminarQue bien te ha quedado Chelo!! en casa nos encanta y la hago con frecuencia, se ve tan fina y rica que solo con verla me entra antojo de ella, vaya maravilla...bess
ResponderEliminarLeyenda, realidad? Lo cierto es que es irresistible y que todo el que prueba esta crema repite.
ResponderEliminarHice tu receta de judiones, en versión judías más pequeñas que es lo que tenía en casa y riquísimas. Gracias. Acabo de publicarlo en el blog.
Besos.
Não conhecia a lenda, gostei de saber.
ResponderEliminarGosto muito aqui chamamos de leite creme, gosto dele assim queimado fica tão bom!
bom fim de semana
bj
Un postre delicioso y lo que más me gusta es el caramelo, qué delicia. Besos
ResponderEliminarChelo un postre facil y de los buenos.Un clasico aquí en Catalunya que gusta mucho.Me ha gustado la leyenda que no la había oído así.
ResponderEliminarBuen finde
Bss