Navajas con ajo y
perejil una tapa rápida para este domingo, que en la cocina hace demasiado calor
como para entretenernos frente a los fogones.
Estas navajas servidas
con un vino blanco bien fresquito y un buen trozo de pan para mojar en la
maravillosa salsita que queda al cocinarlas es uno de los mejores bocados que
podemos echarnos a la boca. Y si lo haces tras un chapuzón en la playa, en la
piscina, o en la ducha!, ya no te digo nada.
Tan solo una
observación, no las dejes cocinar demasiado o quedarán tiesas y gomosas.
Que tengas un buen
domingo
Ingredientes
500 g de navajas
3 dientes de ajo
2 cucharadas
soperas de perejil picado
75 ml. de AOVE
50 ml. de vino
blanco
1 limón
Elaboración:
1.- Ponemos las
navajas en un recipiente cubiertas con agua con sal y las dejamos en la nevera durante una hora.
Pasado ese tiempo las sacamos, tiramos esa agua, las enjuagamos y volvemos a
cubrir con agua y sal durante otra hora. Esto es para que suelten la arena que
puedan traer. ( En Galicia le llaman a este paso desbabar las navajas)
2.- Retiramos el
agua de las navajas, las enjuagamos y las ponemos sobre un paño limpio para
secarlas un poco.
3.- Picamos el ajo
y el perejil con el robot o a cuchillo
4.- Calentamos el
AOVE en una sartén, añadimos las navajas y saltemos durante 30 segundos,
añadimos la picada de ajo y perejil, revolvemos, dejamos al fuego 30 segundos
más. No es necesario añadir sal.
5.- Regamos con el
vino, subimos el fuego y dejamos cocinar durante un par de minutos. Es muy
importante no dejarlas cocinar demasiado tiempo porque quedarían tiesas y
gomosas.
6.- Servimos en
una fuente, espolvoreamos un poquito más de perejil picado y acompañamos de
limón y pan para mojar en la salsita
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