“Comida de segadores que acompañaban con morcilla patatera y un buen trozo de tocino ibérico, que en estas tierra extremeñas abunda y es de la mejor calidad”.
Así comienza la receta de ajo blanco apuntada en mi libreta y dictada por mi madre, que ella aprendió de la suya y esta a su vez de la suya, Las tierras extremeñas a las que se refiere es el pueblo de Logrosan (Cáceres), de donde es toda mi familia materna.
Una receta que en nuestra familia es objeto de culto y que me parece la mejor aportación que puedo hacer a “Memorias de una Cocinera” dedicada en este mes de Julio a los gazpachos. (pensé que no llegaría a tiempo, al final si que lo he hecho y aqui está mi gazpacho)
La receta original está hecha sólo con aceite de oliva, el más suave que encontréis, yo le he puesto aceite de girasol en gran medida para suavizarlo. Cuando el gazpacho lo comían en el campo, el pan se lo sopaban en crudo en el momento de comerlo, si se comía en casa el pan se freía.
Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros.
La receta:
Ingredientes:
(Para 3 raciones)
· 1 huevo
· 30 grs. de miga de pan blanco
· 150 ml. de aceite de girasol
· 50 ml. de aceite de oliva virgen muy suave
· Un chorreón de vinagre
· Sal
· 1 ajo
· 350 ml. de agua
· Aceite de oliva para freír el huevo
Para Acompañarlo
· Uvas
· Melón
· Tomate
· La clara del huevo frito
· Cuscurros de pan frito
Elaboración:
En una sartén con aceite de oliva freímos el huevo, con cuidado que la yema no se cuaje y quede prácticamente cruda. Una vez frito cogemos la yema y la ponemos en el vaso de la batidora junto con la miga de pan, el ajo, la sal el vinagre y los dos tipos de aceite, lo batimos hasta conseguir una crema espesa, añadimos el agua y rectificamos de sal y vinagre.
En un cuenco aparte preparamos
El acompañamiento bien troceadito, el tomate, el melón, la clara de huevo y las uvas.
Lo tomaremos bien frío con todos lo tropezones.
Tiene una pinta buenísima. ¡Y las fotos son una preciosidad, qué presentación más bonita para un plato, como suele decirse (y en este caso es verdad) de ayer y de siempre.
ResponderEliminarUn beso.
Qué receta tan interesante, me ha encantado la presentación tan perfecta que haces de tus platos.Besos.
ResponderEliminarQué gazpacho tan curioso! Seguro que este plato sería de lo más corriente hace bastantes años, hecho con los ingredientes que se tenían a mano, y ahora sin embargo, parece un plato vanguardista.
ResponderEliminarMe lo guardo, que tengo que probarlo.
Un besazo.
que interesante, aqui en el norte no tenemos la contumbre de comer gazpacho, ni ajoblanco, ni salmorejo, me tengo que animar a probar a hacerlo, me quedo con tu receta que es ideal y tengo casi todo en la huerta y en la despensa, ya te contare
ResponderEliminar¡Y yo que nunca he hecho ajoblanco! Y es que ya solo por el color que tiene, ese color puro blanco, debe estar riquísimo. Porque las recetas de siempre, si han llegado a esta categoría, por algo será, ¿no?
ResponderEliminar¡Qué bonitas fotos!
Un besito.
Que receta tan curiosa, me cautivó el huevo frito! y como siempre, unas fotos espectaculares :).
ResponderEliminarUn besitooo
Cómo me gusta el Ajoblanco! Lo malo es que en casa no gusta mucho y a veces no me lo hago por pereza, pero en cuánto coja las vacaciones me lo hago.
ResponderEliminarBesos
Te puedes creer que nunca he probado el ajo-blanco? Ahora ya no tengo excusa! por cierto, que maravilla de fotos!
ResponderEliminarAlgo tan sencillo con tu presentación lo elevas a categoría estratosférica.
ResponderEliminarGenial.
Me encanta el ajoblanco aunque por aquí no haya costumbre de tomarlo; tu receta y esa variedad magnífica de acompañamientos hace que no dude en preparármelo.
ResponderEliminarUn beso.
delicioso ojo blanco, aunque no es mi fuerte se que esta delicioso para quiens le gusta.
ResponderEliminarBesos.
Muy rico tiene que estar este ajo blanco. Como me gustan este tipo de comidas tanto las frías como en este caso y también en caliente tipo sopas. Una receta que hay que no se puede perder.
ResponderEliminarMe encantan las fotos están de un apetitoso........... Besos
Chelooooooo! esto no es una receta!!! es una joya!!!! Me parece increíble que nos transmitas una receta así de tu familia!!! un millón de gracias cariño, y además gracias por haber hecho el esfuerzo de publicar!!!! ;) eres un sol. Millones de besitos guapa
ResponderEliminarChelo, menuda presentación más chula le has hecho a este plato. Tiene que estar divino este ajo blanco, las fotos hablan por si solas.
ResponderEliminarbicos
Uff pero que pinta, que presentación, que colores! ahora solo tienen que inventar el traspaso de olores , y aun mejor sabores, a través de la red! tiene que estar de miedoo! besos
ResponderEliminarQue presentación más elegante y más linda Chelo, además de bien explicada.
ResponderEliminarEs bonito tener una receta así e generación en generación.
No lo he probado nunca, pero me has seducido con esa mezcla de acompañamiento con melón y uvas.
Una 10 y otros dos a la empanada de sardinas y al postre FANTÁSTICOS.
Besitos linda
Con esas fotos no puede estar nada malo de lo que haces, y además transmitiendo este tipo de recetas, aún mejor, qué maravilla, nunca lo he probado así, pero me lo apunto. Un besazo.
ResponderEliminarChelo, que receta tan fantastica!!! Por su presencia, por su sabor, pero, sobretodo, por su historia!
ResponderEliminarUn besote
Sònia
Que interesante ajoblanco, es una receta muy distinta a las habituales.
ResponderEliminarSaludos
Chelo me ha encantado tu receta y mas viniendo de herencia familiar la tengo que probar que esas recetas son de las buenas de verdad.
ResponderEliminarLas fotos y la decoración preciosa.
Besos
Estas recetas no son solo para que tú las conserves, yo ya la he apuntado y ahí se quedará en mi libreta
ResponderEliminarUn tesoro.
Muchas gracias por compartirla.
Maravillosa receta y unas fotos espectaculares!!!. me ha gustado mucho. Un beso grande.
ResponderEliminarNunca había visto el ajo blanco preparado de esta manera. Tengo que decirte que se ve buenísimo! Además, cuando las recetas son heredadas ganan mucho. Me encanta como empieza la de tu familia.
ResponderEliminarY las fotos... ¡Un 10!
Un abrazo y buen fin de semana
Lo he preparado alguna vez pero diferente pero se de alguien que si le digo que lleva huevo frito va a preferir este!!!!!!!
ResponderEliminarTienes razón, es la mejor aportación que puedes hacer, gracias por compartir una receta de tu família.
Besos y gracias por participar en el Memòries.
Qué buena pinta!!
ResponderEliminarEl ajo blanco es una receta que tengo pendiente, lo que pasa es que nos gusta tanto el gazpacho, que cuando me paro a hacer estas "sopas frías de verano" ni me acuerdo de intentarlo!
un saludo
Solo puedo decirte que me encanta, me encanta y me encanta. Ainssssssssss que ganas de ponerme con él.
ResponderEliminarBesos.
Chelo que maravilla.
ResponderEliminarVaya lujo de totos........... chia me has enamorado.
Mil besos.
Mi Chelo!!, que precioso ajo blanco!!, y las fotos que lo acompañan son perfectas!!!...hace siglos que no como algo asi y me dieron muchas ganas!!!
ResponderEliminarse nota que eres de buena raza amiguita!!!..haces cositas deliciosas!!!
Mil besitos mi linda!!!!...estoy vaguilla, pero no me olvido de mis amiguitos!!! :)
Que buena una pinta tiene esta receta, pero si te soy sincera me preocupa, por así decirlo, la combinación de sabores del ajo y las uvas, aunque me apetece mucho probarla, el sabor es suave??
ResponderEliminarGracias.
Un beso y buen finde.
Claudia
que plato mas curioso,asi como tal no lo concia
ResponderEliminarGracias por compartir esta receta de familia, es una maravilla. Pronto la pondré en práctica.
ResponderEliminarLas fotos son preciosas.
Un beso
Chelo guapa, que delicia. No conocía esta versión del ajo blando y me parecido una exquisitez. Estas rectas que pasan de abuelas a madres e hijas, son las mejores. En cada casa se le da un toque diferente y son extraordinarias.
ResponderEliminarTe felicito porque es muy diferente a los que había visto hasta ahora.
Besos,