No hay como un buen plato de migas para hacer frente a un día de frío intenso. En La Carolina es habitual oír decir que “hoy hace día de migas” cuando este levanta frío y lluvioso, y es que realmente entona el cuerpo y el alma ponerse delante del perol con cuchara en mano dispuesto a dar buena cuenta de las migas y sus comadres: las sardinas, los pimientos, chorizos y torreznos, con unas buenas aceitunas y por supuesto un vaso de vino. Hay quien también le arriba unos rabanitos, morcilla, trozos de melón o de uvas.
Hasta hace un par de años no me atreví a prepararlas en casa, y es que hacer migas es todo un arte y cuando tienes además la suerte de ser invitada a comerlas a casa de Julián, el padre de mi cuñada Ramoni, (que las hace para volverte loca de lo jugosas, sabrosas y bien acompañadas) o de que mi hermano Carlos te llame por teléfono y te diga, hermana vente que estoy haciendo migas, (que además el puñetero las borda), pues claro ves como las hacen, las pruebas y te acobarda un poco liarte con ellas. Pero como yo soy muy de migas y me encantaría comerlas muchas más veces de las que me invitan (Julián y Carlos ya estáis tardando en avisarme, no os parece?) pues un buen día me fui a la panadería y me compré mi bolsa de pan cortado para hacerlas en casa.
Recuerdo ver a mi abuela Paca y a mi madre picando las migas la noche de vísperas, dejarlas en el barreño de barro espolvoreadas de agua y cubiertas con un paño húmedo para que al día siguiente estuvieran listas para ir al perol. Además de tener una comida estupenda se aprovechaba el pan que iba sobrando y que en mi casa mi madre guardaba en la talega, una bolsa de tela larga fruncida la boca por un hiladillo y con una puntilla en el borde (yo también tengo una talega para el pan, que apenas uso, pero que voy a sacar ahora mismo del cajón y a meter el pan en ella). Para hacer las migas el pan tiene que estar asentado (reposado, sin estar demasiado duro ni chicloso)
Ahora no es necesario haber sido precavido y haber guardado el pan para hacer las migas un día de lluvia y frio, en las panaderías de mi pueblo te encuentras las bolsas del pan ya picado, listo para el remojo.
El secreto de unas buenas migas es el remojo y trabajarlas mucho. Por eso me resulta admirable que sea una tapa típica de los bares del lugar, porque con el trabajo que llevan, hacerlas para tanta gente me parece algo cuando menos admirable. Claro que la labor que se hace en la cocina de un bar siempre me ha resultado admirable, más aún aquí que a cada bebida le acompaña una tapita incluida en el precio, y te encuentras bocados realmente exquisitos junto al vino o la caña. Es un verdadero placer hacer “café torero”, comer de tapitas y enlazar directamente con el café sin pasar por el comedor.
En fin, os cuento como hice estas migas
Ingredientes:
· 500 grs. de pan picado para migas (como si fuesen patatas para tortilla)
· 200 ml. de aceite de oliva
· 1 cabeza de ajos
· Sal
· Agua
Para acompañarlas
· 200 grs. de tocino de veta
· 4 chorizos frescos
· 10 pimientos verdes
· 8 sardinas frescas
Elaboración:
Empezando remojando las migas, mucho mejor si lo hacemos la víspera. Si no es así es conveniente que esté remojado varias horas, esto si optamos por espolvorearlas de agua, Hay quien las empapa en agua y luego estruja el pan entre las manos para quitar el exceso, si se hace de este modo no es necesario que se haga con más tiempo que el que nos lleve mojar y estrujar. Yo las remojo espolvoreándolas con lo cual sí que lo hago la noche de antes y las dejo tapadas con un paño húmedo durante la noche. ¿Cuánta agua?, pues yo necesité ½ litro de agua, esto también va a depender de lo asentado que este el pan y de la calidad de este. Hay que tener en cuenta que todo el pan esté bien húmedo.
Desgranamos la cabeza de ajos y sin quitarles la piel les hacemos un corte a lo largo.
Calentamos el aceite en un perol, o sartén honda y freímos los ajos, cuando estén dorados los sacamos y reservamos.
Lavamos los pimientos y les hacemos también un corte a lo largo, desde la punta hasta el rabo, sin continuar el corte hasta el final, de forma que quedan unidas las partes por la zona del rabillo.
En el mismo aceite freímos los pimientos y tras estos el tocino de veta cortado en taquitos. Por ultimo freímos el chorizo partido en rodajas.
Colamos el aceite para eliminar los restos de las frituras, si ha mermado mucho añadimos lo suficiente para tener un total de unos 200 ml. Y añadimos el pan. Mi madre, una vez que estaban las migas en la sartén cogía un vaso lleno de agua, añadía una cucharada sopera de sal, la movía y sobre la paleta lo vertía sobre las migas, yo también lo hago, y ahora lo que queda es mover y picar con la paleta el pan hasta que adquiere la textura de las migas, sueltas, ligeramente tostadas y jugosas. Ir probando, es la mejor manera de saber cuando están listas. El perol que veis en la foto contiene 500 grs. de pan y me tuvo al pie de cocina con la paleta moviendo y picando alrededor de 45 minutos, con fuego medio.
Pues cuando estén listas agregamos los ajos, tocino y chorizo y movemos para revolver todos los ingredientes.
Tendremos las sardinas limpias de escamas, cabeza y tripas, las salamos enharinamos y freímos
Sacamos el perol a la mesa, acompañamos de unas buenas aceitunas, pimientos verdes fritos, sardinas fritas, y si es de vuestro gusto rabanillos, uvas, melón…
Si sobran por la noche calentáis un tazón de leche y se las ponéis, vais a saber lo que son unas migas canas bien ricas!
Excelente aspecto,nunca comi mas adorava provar.
ResponderEliminarO peixe esta bem ao meu gosto.
Ia já almoçar ai...
Boa semana
bj
Chelo, para quitarse el sombrero. No hemos podido evitar un pellizquito en el corazón. En casa de mi suegra se preparan de vez en cuando, siempre a petición de los hijos, porque las borda. Las elabora igual que tú, pero sin sardinas. Y están de muerte.
ResponderEliminarLas que has hecho tú, no hace falta probarlas: las fotos lo dicen todo.
Besitos.
Madre mía, como me recuerda a la comida de los sábados en mi casa cuando eramos pequeños, mi madre las hacía como tú, qué ricas!! Bss.
ResponderEliminarHola Chelo, justo este domingo también las hice y salieron muy ricas. Besos
ResponderEliminarEstoy babeando, no puedo mirar mas los fotos!! jaja que buena pinta tienen estas migas y todo lo que le acompaña esta deliciosisimo!!!!!!
ResponderEliminarfeliz día, besos!
Qué ricas las migas. Es un plato que nos gusta mucho en casa. El problema es cortarlas, y que son un poquito laboriosas. Un besito.
ResponderEliminarHmmmm buenissimas, ¿quedan unas pocas para mi? Un beso
ResponderEliminarTienen que estar muy ricas, y me parece muy complicado encontrarles el punto justo de agua y de cocinado, al menos en zonas donde no es típico y no tenemos mucha costumbre de comerlas, casi que no me atrevo ni a empezar.
ResponderEliminarBesos.
Chelo, no sabes los recuerdos que me has despertado. Cada vez que voy a Extremadura o La Mancha voy pensando en comer migas. Caseras sólo he comido las de mi abuela, y hace ya bastantes años que falta. Me encanta como lo has narrado y me encanta disponer así, de primera mano, de una estupenda receta.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Bss
Elena
Que gozada de plato!!! Y si además se sigue preparando según la receta familiar,el éxito esta asegurado!!!
ResponderEliminarMe comía un buen plato de buena gana, se ve delicioso😃!!
Besos
Siempre es un gustazo venir a verte y encontrar cosas ricas e impecablemente presentadas, qué delicia de migas!!! Cómo me gustan,mmm...
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por mi blog y darme el visto bueno al cambio. Me encanta que te guste!!!:)
Qué post tan maravilloso, Chelo! Esas migas están para ponerse a comer y no parar y se nota el cariño que has puesto al presentárnoslas. Por aquí solemos hacer las migas con harina, pero creo que voy a probar a hacerlas a vuestra manera, tienen una pinta irresistible!
ResponderEliminarUn besazo.
Yo las hago de harina, como mi abuela, porque aquí no nos preparan el pan el bolsas como en tu pueblo. Ni en mi casa queda una gota de pan duro, que para eso estoy yo, jejejeje.
ResponderEliminarDe pan nunca las he comido, y a estas alturas del año, aun no las hice, pero después de ver estas, no van a tardar. Ni las migas ni el ajo de viña ( que tengo que seguir practicando).
Muack
No las había comido nunca hasta ayer...que casualidad, no las hice yo se las regalaron a mi madre y las acompañamos de pimientos verdes. Me gustó mucho este plato, contundente pero sabroso de sabor. Bss
ResponderEliminarImpresionantes Chelo!! Me has hecho recordar todos los buenos ratos que pasamos en el pueblo de mi chico que es manchego!!
ResponderEliminarSoy una enamorada de las migas, así que muy pronto me lanzaré (al igual que tu) a prepararlas, porqué las comeríamos muchas veces y nos da un poco de cosa hacerlas en casa!! Sardinas, pimientos, chorizo, torreznos, uvas.....Mmmmmm
De nota guapa!! Un besazo. MAR, de EQNME
Espectaculares Chelo, la verdad es que están buenísimas, este año todavía no nos hemos estrenado y mira que estamos muertitos de frío....a mis peques les encantan, es verlas por ahí y querer correr a por ellas, te han quedado genial...
ResponderEliminarLa primera foto es mortal, de verdad, me ha gustado un montón, los platos son chulísimos...
Me he quedado con lo de las Migas Canas....a ver si consigo que me sobren alguna vez, jeje...
Un besazo
Chelo en este plato de ricas migas coincidimos bastante en la menera de hacerlas y los ingredientes y estoy contigo que el secreto de unas buenas migas es el remojo y trabajarlas mucho.A mi me cuestan tambien sobre 30-45 minutos.Comerse un plato de migas como el tuyo es brutal¡¡
ResponderEliminarBss
Te han quedado muy buenas y lo malo que me las has recordado¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ en casa nos encantan besos
ResponderEliminarhola Chelo! qué maravilla y qué chulada de fotos, me trasportan a una época de sol y muy bonita, me encantan .) un besuco
ResponderEliminarVer este perol de migas ha sido viajar al pasado y a mi niñez!! No he probado unas migas más ricas que las que hace mi abuela, y es que corriéndome por las venas sangre jienense, se me caen hasta las lágrimas de no poder meter la cuchara en ese rico perol ;)
ResponderEliminarMil besos guapa
Como se va notando el frio, en casa las hicimos ayer pero de harina y que buenasssss
ResponderEliminarMil besos
OOlé que lujo,mira que un plato tan sencillo y para mi es toda una delicatessen.Nunca las hice,las hace la mamá de mi amiga que es de Granada,allí,en su casa las comí por primera vez,y aquí cuando las hace me trae tupper,,uuffff que rico Chelo,salivando me queda,a estas horas,que ya es hora d dulce para mí.
ResponderEliminarUn beso
Pues sí que es un plato idóneo para el frío. Yo, hice en clase unas migas que me encantaron y al ver éstas tuyas, creo que tendré que hacerlas ahora que aprieta el frío.
ResponderEliminarUn besín.
Quien pillara un plato mañana de unas migas asi de ricas y las aceitunas que pinta tienen me encantan las aceitunas asi amargas.
ResponderEliminarBesos
Verdaderamente te han quedao fenomenales Chelo, que pinta tiene. En Almeria ya sabes que las de harina de sémola son las que hacemos, pero mi abuela siempre aprovechaba el pan duro y al menos una vez al mes había migas, invierno o verano, eran otras épocas. Ahora compramos el pan o lo hacemos para que se nos ponga duro y hacerlas.
ResponderEliminarNo me importaría comerme un plato con todos los tropezones, que ricas se ven.
Bssss desde Almeria
Pues no es que yo tenga criterio en esto, más bien nulo... pero la pinta la tienen genial. Seguro que estaban riquísimas y no tienen nada que envidiar a las de tu hermano o tu cuñado.
ResponderEliminarUn besito
angi
Este es uno de esos platos que yo no conocí hasta ser bien mayor, y cuando digo bien mayor no exagero. Bueno, seré prudente, porque al fin y al cabo lo conocí por mediación de mi suegra. Ella es castellano manchega, una tierra en la que se tira mucho de las migas, todo lo contrario que en la tierra de mis padres, castellano leoneses. Recuerdo el día que las probé y dónde estaba. ¡Y me encantaron! Tengo que reconocer que nunca las he hecho, y que si las he comido en casa es porque las he comprado ya hechas. Nada que ver, lo sé, sobre todo por la cantidad de "chicha" que llevan.
ResponderEliminarEsa expresión de "café torero" debe ser muy típico del sur, ¿no? Jamás la había oído, y me ha producido mucha gracia, tengo que confesarlo. ¿Y lo de remojarlas en leche para el día siguiente? Me parece alucinante. Ja ja ja.
Menudo "peaso" receta que te has marcado hoy, y no solo por las migas en sí, si no por todo lo sentimental que se desprende de ella ;)
Besos y feliz semana.
Son un auténtico manjar.
ResponderEliminarYo, como Yolanda, las probé tarde, ya mayor, cuando me fui a trabajar a Extremadura.
Y me encantan, aunque no las he hecho nunca en casa. Como tú dices, soy de las que se "apunta" a comerlas en casa de amigos, jajaja... pero algún día habrá que animarse a hacerlas
Un besote.
Que señor platazo y que ganas tengo de hacerlo. Una preguntilla, el pan tiene que estar seco? Es que no tengo ni idea de hacerlas y me parece un plato de lo mas rico. Buenísimas, por cierto, una s fotos muy chulas!
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